No sé si sabiais que las personas que tienen animales de compañía, por lo general, tienen mucho menos estres. Pues bien, como dijo Dieter Krowatschek "Los animales a menudo demuestran ser mejores que los seres humanos. Ayudan a desarrollar la responsabilidad y la autonomía, y se comportan de manera equilibrada, sensible, alegre, atenta y cariñosa. Es imposible pasar por alto una influencia tan positiva. Incluso entre los adolescentes, que se encuentran en una fase de desarrollo en la que se sienten incomprendidos y ven a sus padres cada vez más inaccesibles, los animales actúan de manera estabilizadora".
Los niños nacen con una simpatía natural hacia los animales, pero esta va creciendo o disminuyendo en el transcurso de la vida, según las influencias de su entorno. Por encuestas realizadas se puede colegir la relación benéfica entre niños y perros porque: cundo vuelven de la escuela el perro se alegra y los saluda. Se divierten jugando con ellos. Tienen vivencias alegres y placenteras. Disfrutan pensando en el animal que los espera. A ellos pueden contarles todo lo que les sucede. Los entienden mejor que muchos adultos y los consideran como el mejor amigo.
Está comprobado que los niños que tienen algún animal de compañía son más equilibrados, resistentes y tolerantes que los que no lo tienen. Aprenden a relacionarse con los demás y a asumir responsabilidades.
Fuente de la información: AnimaNaturalis
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